TABLAS DE CORTAR BERGES: PARA TODA LA VIDA
Tablas de cortar Berges: para toda la vida
  • home
  • contacto
  • productos
  • fabricación y uso
    • ¿cómo fabrico mis tablas?
    • uso y cuidados
    • tipos de madera
  • información
    • el barreño de mi madre
    • sobre Simón Berges

Una de trueque...

22/3/2016

1 Comentario

 
Cuadro

 TU TABLET POR MI TABLA


​El dinero lleva mucho tiempo inventado. No me he puesto a investigarlo, la verdad. 
 
Desde que me decidí a montar mi web, he hecho varios "intercambios directos de bienes y servicios sin mediar la intervención de dinero" y me he sentido la mar de bien. Y lo que es mejor, la otra persona se ha sentido la mar de bien también. 
 
Mi logo me lo diseñó Mariana Barnola gracias a un trueque. Ahora ella tiene una preciosa tabla de nogal en su cocina y yo un precioso logo grabado a fuego en todas mis tablas y en mi web. 
 
Cristian Campos me hizo la fotos trabajando y me escribió los textos para la web. No quería nada a cambio, pero insistí en que tuviese una tabla mía de roble. 
 
Miguel Parra me hizo las fotos "de estudio" de las tablas y se las cambié por una tabla de nogal muy bonita. Él y yo contentos y su mujer también. 
 
La acuarela que ilustra esta entrada la encargué en Navidades para mi mujer. La pintó Ximena Maier. Siempre tendré la sensación de que la timé, porque ella sólo quiso un atril para el iPad. Vaya chollo para mí. Ella piensa que estaba en deuda conmigo porque le monté no sé cuántos muebles de Ikea (una casa entera), pero ya me había pagado en realidad.
 
Ahora he conseguido un iPad de segunda mano porque tengo un amigo llamado Julio que es un asceta y que me lo ha cambiado por tablas también. Aquí hemos ajustado un valor en euros a su ipad y yo le he ofrecido ese mismo valor en tablas. 
 
Así que al final hemos llegado a por qué existe el dinero: para comparar o equiparar unas cosas a otras y poder cambiarlas entre sí con terceros de por medio.  
 
Sería fantástico tener una red de gente dispuesta al trueque y con un listado de cosas que andan por sus casas (y no necesitan) y de cosas que saben hacer, y establecer una moneda imaginaria con la cual ir funcionando. Pero seguro que estaríamos haciendo algo ilegal, porque estaríamos beneficiándonos unos de otros sin que el estado participase de esta felicidad. Esta idea la quiero desarrollar con mi cuñado, que es el que sabe de finanzas (a ver si quiere una tabla a cambio, jajaja). 
 
Lo mejor es que para estar dispuesto al trueque uno debe estar dispuesto a no obtener el máximo posible por lo que da. Tiene que ser un poco "despegado" y disfrutar del hecho de que el otro (a veces) obtenga de nosotros más de lo que nosotros obtenemos de él. 
 
En mis cambios yo creo haber salido ganando. No sé qué pensarán ellos…
1 Comentario

Cinco horas y 30 años

4/3/2016

4 Comentarios

 

¡¡¡La madre que lo parió!!!!

Imagen

Tardé 45 horas en hacer esta caja. 
 
Fueron nueve días con cinco horas de clases cada uno. Nueve días de madrugones, yendo en bici a la estación para ir a Sevilla y, una vez allí, pedalear hasta la plaza del Pelícano, donde estaba la carpintería de mi maestro (y ahora gran amigo) Nicholas Chandler. A las 8 o un poquito antes estaba yo en la puerta del taller, listo para darlo todo, y a la una deshacía el camino que había recorrido por la mañana. A las dos estaba ya en mi coche camino de Arcos para dar clases en el instituto.
 
Cuando acabé la caja, le pregunté a Nicholas: "Oh, honorable sensei, he tardado 45 horas en hacer esta humilde caja (pero que está que te cagas, pensaba yo). ¿Cuánto habrías tardado tú, oh venerable?"
 
Me miró y me dijo:
 
"Unas cinco horas." 
 
“¡¡La madre que lo trajo!!”, pensé. Algo así como la novena parte de lo que había tardado yo.
 
Debió de ver mi cara o a lo mejor lo tenía preparado, porque a los tres segundos dijo: "Cinco horas y 30 años". 
 
Que son los años que llevaba él en esto de la ebanistería.
Hay gente muy buena que coge un lápiz y un rotulador y en un par de horas te han hecho un logo para tu empresa que cambia su imagen, que la moderniza, y que te va a hacer vender el doble. Que sirve para usarlo en sobres, encabezados de cartas, facturas, que se lee bien, que usa poca tinta... ¿Qué le pagarías a ese diseñador? ¿Dos horas de trabajo? ¿Vale lo mismo una hora de trabajo de mi sensei que una hora de trabajo mía? ¿Y si esa persona necesita usar unas herramientas que valen miles de euros? ¿Cuánto vale una hora de alguien que te arregla la vida? 
 
Hay gente que tiene que esperar un poco para entregar los trabajos y hace el paripé para que parezca que tardan más de lo que tardan porque si no el cliente no le da al trabajo el valor que tiene. A veces valoramos lo que vemos por el tiempo empleado, no por la calidad del trabajo en sí. 
 
No nos damos cuenta que esa persona no ha tardado sólo cinco horas, sino que en realidad ha tardado... cinco horas y 30 años. 

4 Comentarios

    Simón Berges

    Ingeniero y profesor de instituto. Me interesan demasiadas cosas. Si me pongo pesado, me lo dicen.

    Archivos

    Marzo 2017
    Abril 2016
    Marzo 2016
    Febrero 2016

    Categorias

    Todos
    Cómo Se Hace...
    El Día A Día

    BLOG AMIGO:  NIDO DE RATONES

    Fuente RSS

    Estas son algunas de mis fotos de Instragram. ¡¡Tengo que hacer 100 Peces diferentes!!

© Simón Berges 2014
Contacta conmigo en el email simonberges@gmail.com